¿Cuál es la diferencia entre un ERP y un CRM? ¡Descúbrelo aquí!

tres mujeres en una reunión de trabajo

Las empresas que buscan automatizar sus operaciones suelen utilizar principalmente dos softwares: el Enterprise Resource Planning (ERP) y el Customer Relationship Management (CRM).

Ahora bien, ¿cómo te pueden ayudar estas innovaciones digitales?

El ERP ayuda a las empresas a ejecutar negocios exitosos al conectar sus sistemas financieros y operativos a una base central, mientras que el CRM administra la forma en que los clientes interactúan con la organización.

Ambos funcionan como repositorios de datos vitales que hacen converger varios departamentos de una organización.

Este artículo te ayudará a identificar las características principales del ERP y del CRM, sus diferencias y si una organización necesita uno o ambos de cara a una mejor rentabilidad financiera.

¡Atención!

¿Qué es un ERP?

La planificación de recursos empresariales —conocida también como ERP— evolucionó a partir de la planificación de requisitos materiales (MRP), la cual era una forma de que los fabricantes comprendieran y administraran todos los recursos necesarios para operar un negocio exitoso.

El ERP funciona como una base de datos compartida para todas las partes que conforman una compañía: en esencia, esto significa finanzas, cuentas por pagar y cobrar, nómina e informes financieros.

Asimismo, se extiende a la gestión de inventarios, gestión de pedidos, gestión de la cadena de suministro y los datos relacionados con las organizaciones de servicios. A su vez, impacta las adquisiciones, producción, distribución y cumplimiento de objetivos.

Ventajas de utilizar un ERP

Esta herramienta —producto de la transformación digital— tiene una ventaja increíble para las empresas al proporcionar una única base de datos compartida de todos los datos financieros y operativos de una empresa.

En efecto, la información contenida dentro de este programa es compartida con los empleados para que estos puedan profundizar en datos de valor financiero sin la necesidad de que los equipos de tecnología de la información o finanzas lleven a cabo el análisis y la generación de informes.

De esta manera, las organizaciones tienen la posibilidad de tomar decisiones más rápidas y respaldadas. ¡Importantísimo!

Otro beneficio del ERP es la agilización del cierre financiero debido a la centralización informativa que automatiza la mayoría de las tareas del departamento de finanzas.

¿Qué es un CRM?

El CRM es un programa que gestiona todas las formas en que un cliente interactúa con la empresa. Inicialmente, sus funciones se desarrollaron solo en los departamentos de ventas y se conocía como "automatización de la fuerza de ventas".

Después, se desarrollaron más sistemas para gestionar las interacciones del servicio al cliente y el marketing, particularmente en la atención al cliente vía telefónica una vez que el teléfono se convirtió en el canal por excelencia.

Así, esta herramienta permite identificar y adecuar las relaciones con nuestros clientes para facilitar una atención personalizada, cercana y automatizada.

Beneficios de usar un CRM

El objetivo final de este software para una empresa es brindar un depósito central de todos los datos de clientes al rastrear cada interacción con ellos.

Al armar el rompecabezas de datos y analizar los patrones, las empresas pueden tomar decisiones más acertadas sobre su público objetivo y las estrategias con más probabilidades de ser efectivas.

Otros aspectos que logra detallar son cómo se desempeñan los equipos de ventas, cómo es su atención y cómo quiere el cliente ser tratado.

Hasta este punto, sabemos que tanto el ERP como el CRM son dos softwares imprescindibles para mejorar la competitividad de cualquier negocio, ¿cierto?

Ahora bien, ¿en qué se diferencian? En el siguiente punto te lo diremos.

Principales diferencias entre el ERP y el CRM

Si bien toda la organización dependerá de los dos, la diferencia fundamental entre ellos es que el ERP es principalmente para datos financieros y el departamento de finanzas, mientras que el CRM son datos de clientes utilizados por el departamento de ventas y servicio al cliente.

Para ser un poco más específicos, podemos detallar que:

Soluciones con objetivos diferentes

Primero que todo, ¡estos softwares buscan cosas muy distintas!

Mientras que uno busca controlar y administrar efectivamente los recursos empresariales al ofrecer una gestión económica de ellos (ERP), el otro se centra en el cliente y todo lo que está a su alrededor para optimizar y mejorar los procesos de venta (CRM).

En otras palabras, el ERP busca que prácticamente todos los departamentos de una organización puedan acceder y utilizar los datos y el CRM está enfocado en ventas y en perfeccionar las estrategias de marketing.

Implementación desigual

La aplicación del ERP suele ser más prioritaria e inicial, por ende, es más compleja y cuesta bastante tiempo en la personalización al comienzo.

Por otro lado, la mayoría de los trabajadores deben estar familiarizados y conocer en cierta medida el ERP y apenas unos cuantos deberán hacer lo mismo con el CRM.

Si bien algunos sistemas ERP incluyen un componente CRM, esto no es recíproco.

Por ejemplo, Salesforce no es un sistema ERP porque no maneja datos transaccionales: podemos acceder al historial de pedidos o facturas, pero estos datos se ingresan mediante una integración con el sistema ERP.

Empresa objetivo

Mientras más grande sea una compañía, más difícil suele ser su gestión.

Para muchas PYMES, una solución completa de contabilidad llega a ser bastante para lo que se necesita y resolver el día a día. No obstante, cuando hay mucho stock, enorme entrada y salida de materiales y un proceso productivo complicado, invertir en un ERP es lo ideal.

Igualmente, si hacemos uso del comercio electrónico junto con ventas físicas, cuanto más unificados estén los datos, más competitivas serán las empresas.

El CRM, por otra parte, al tener una corta curva de aprendizaje y un periodo de implementación más sencillo, comúnmente es una buena alternativa para todo tipo de organización. Además, no podemos omitir que su principal objetivo es lograr un mayor volumen de ventas y la satisfacción del cliente con la marca.

En conclusión, la integración de ambos sistemas brinda a las empresas claros beneficios organizacionales que permiten un mayor crecimiento y desarrollo que derivan en una alta rentabilidad y competitividad.

Como ves, invertir en tecnología es el primer paso para mejorar los procesos productivos.

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